17 de marzo de 2016

¡¡Nieve!!

Esta semana la comenzamos con una gran alegría. Aunque estemos a mitad de marzo, como el tiempo está medio loco, el lunes ¡¡NEVÓ!!

En la asamblea ya nos dimos cuenta al mirar el tiempo que hacía, que no era lluvia normal. Era un poco más...gordita. La profe nos explicó que a eso se  le llamaba "aguanieve", porque ni era gotas de agua, ni tampoco copos de nieve. 

Pero al ratito, esas gotas empezaron a pesar menos y no caían tan rápido. También podíamos ver que eran blancas.... 

- ¡NIEVE! - gritamos.

Emocionados nos fuimos a la cristalera, teníamos que ver algo que prácticamente nunca ocurre en nuestro pueblo.

- ¡Es Navidad!
- No, es invierno.
- ¡Está nevando!

No pudimos ver el suelo del recreo completamente blanco, ya que como había llovido bastante, estaba muy mojado y la nieve no llegó a cuajar. Lo que ocurría era que los copos caían y se deshacían en los charcos.

Por la tarde, Laura había pensado salir al patio bien abrigados un segundín para disfrutar de la nieve, pero ya no quedaba nada.

¡Bueno sí!, quedaba una bola de nieve en el tobogán. Parecía más bien hielo. 
La profe la metió en clase y la observamos. Fuimos tocando, oliendo, intentando partir esa bola.

Nosotros ya sabemos que la nieve son gotitas de agua que cambian por el frío. Pero, ¿qué iba a pasar al dejar esa bola de nieve en el plato toda la tarde?

- Pues que se hará agua otra vez.

Mientras ocurría o no algo con esa bola de nieve, nosotros hicimos un dibujo de lo que había sucedido ese día.

Pero esta vez, el dibujo lo hicimos en una cartulina negra. ¿Y sabéis qué? las pinturas que se ven en fondo blanco, no se ven en el negro. 
Por ejemplo, si pintas con lápiz en un folio blanco, se ve. Pues en una cartulina negra, no. En cambio si pintas con cera blanca en un folio blanco, no se ve nada de nada, pero en la cartulina negra... MAGIA!! 

Cuando acabamos el dibujo, antes de irnos a casa, comprobamos que, efectivamente, la bola de nieve se había vuelto a convertir en agua (se había derretido). Y la echamos en un vaso para ver lo que ocupaba. Hicimos una marquita en el vaso para saber hasta donde había llegado, y Laura nos preguntó:

- ¿Y si la metemos en el congelador de la nevera de la sala de profes, qué pasará?

- Pues que se hará copitos de nieve otra vez.


Lo que pasó al día siguiente, os lo contaremos en otra entrada.

Pero antes de despedirnos, os dejamos un vídeo de algunos de los momentos vividos este día tan especial.





2 comentarios:

  1. ¡Menudas caritas de sorpresa debieron de poner al ver la nieve! Seguro que para ellos fue una gran experiencia. Un saludo.

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    1. Sí, es que aquí no suele nevar nunca. Así que un par de copitos aunque no lleguen a cuajar es siempre una gran alegría. Gracias por seguirnos.
      Un beso.

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